La labor de un artista había menguado, se estaba desmoronando su misión; conmover a los ojos para que llevasen la noticia al alma y al cerebro de que algo bueno sucedía allá afuera, con la suya expresión y libertad de imaginación alcanzaba parámetros no desconocidos, sino que nunca antes practicados por las manos de alguien.
Aquí estamos junto a ti, me encuentro hoy amigo mío como siempre en Auvers-sur-Oise y mis ojos no creen lo que presencian; a ti junto a nada y sin embargo junto todas tus locas pinceladas, te veo solitario y a la vez acompañado de tu extravagante y deslumbrante mundo, con dos tiros que no sé por qué no dieron a tu corazón sino a tu afligido pecho que se cansó de suspirar por las noches lánguidas sumergidas en la idea del fracaso, esas balas que estuvieron contigo dos días estoy seguro de que se regocijaron en tus entrañas para descubrir lo maravilloso que es ser un artista incomprendido en lugar de uno alagado.
Si es que vuelves a sentir tu vista fatigada nuevamente, te digo que no desesperes…La vida para ti es ahora más hermosa y libre, ya no debes sufrir por alguien que no te ame, por amigos que no te entiendan, por el dinero, por la fama, por el alcohol. No sobrellevarás más crisis que te lleven al borde de la demencia. Tus cientos de cuadros de 30 pasarán a la historia y la gente se dará cuenta de su real significado, así como me lo afirmaste en una de tus cartas, aunque para mí su valor ya sea evidente. “Los Cuervos” te estarán esperando con las alas abiertas para que vengas del otro mundo, están tristes porque el Gran Vincent no los terminó.
Ya existen 2 Vincent van Gogh en el cielo, espero que tu reencuentro con nuestro hermano no sea en vano y logren conocerse de mejor manera, de todos modos descríbele cómo eran esos días al lado de su tumba…aunque primero deberías juntarte a solas con tu oreja, pobre desdichada. No vuelvas a pelear con ellos, cuida tu temperamento, ya sabes las consecuencias que te traen y disfruta la vida sin cadenas ni amoríos.
Mi hijo Vincent, mi esposa y el Dr. Gachet te manda un fuerte abrazo, un “te queremos”, un “eres único”…y un “descansa en paz”, Hermano.
Théo van Gogh.