Con sólo una mirada, sin haber leído el libro y con ganas de verla (excluyendo de mí prejuicios y la conciencia de los críticos e historiadores que me decían que era una perdida de tiempo) me dispuse a echarle un ojo. Y la verdad es que me sentí bien viéndola, me entretuve con una historia falazmente sustentada en rumores sobre los cimientos de la religión a la que pertenecí y pertenece la mayoría de la gente que conozco. Dan Brown se lleva mi reconocimiento en tener las agallas de ser el que nos despoja de todo conocimiento previo a una verdad que se sustenta en el dogmatismo, es él el que nos hace desviar un poco la mirada y nos hace reflexionar de algo interesante y amargo, de que las historias en el cine se están quedando sin temas que abarcar. La taquilla premia a las adaptaciones; de libros, comics, juegos y a las “maravillas” que son los remakes, los que en definitiva están haciendo un borrón y cuenta nueva. “El código Da Vinci” es un suceso, no cinematográfico, sino que deja en evidencia la penosa situación de pobreza creativa y e imaginativa en la que se encuentran las películas, que supuestamente “la llevan”…es con esto que reafirmo mi posición con respecto a los guiones originales; son las que valen la pena contemplar, además del cine arte y de otras cintas que no producen ni una pizca de polémica y publicidad por ahí.

No me avergüenzo en afirmar de que si me gustó la película, aunque sostenga que esta historia debió quedarse en los papeles que polemizaron al mundo entero en el 2003. El cine da para mucho más, da para más que historias falsas que entretienen a un adolescente agnóstico. Debo confesar que me agrada la idea de que jueguen con personajes tan enaltecidos por la iglesia, siento que todo da para sustentar una historia entretenida, pero es mi opinión nada más.

El cine no es sólo entretención sin cerebro, y es un punto en donde el Código tampoco se queda atrás. Ya queda claro de que no es fome, además de que te tiene todo el rato pensando y dando argumentos que para seguir el hilo, debes tragarte solamente. Tiene una excelente banda sonora, de Hans Zimmer, que da en el clavo de principio a fin y además le entrega a la película una cierta identidad. Para gente que no se leyó el libro, no lleva un ritmo lento que es como supuestamente se dijo que traía. Los efectos visuales están precisos y sobrios, además de las actuaciones más que dignas de Gandalf…perdón de Ian McKellen, de Amélie…perdón de Audrey Tautou, del fantasma de “una mente brillante” que actúa aquí como la caricatura que es Silas, y de la que menos me convenció, la de Forest Gump que es el mismísimo Tom Hanks. Puede ser que me falten muchos datos más como son la fuerza narrativa, que es algo que obviamente no tiene soberbiamente, el desarrollo de los personajes, etc. Pero debo seguir admitiendo que como conjunto no es una vil mierda, pero queda en el camino como una película más, de esas amenas que ves en el cable. Sin contar que está hecha, quiero decir basada en una novela algo mentirosilla que caricaturiza en un momento a Jesús y a María Magdalena, y de que luego deja un final abierto en donde se supone que la humanidad debiera admitir a la figura femenina y reivindicarla, además de su línea sanguínea que vive junto a nosotros. Hay que estar bien aburrido para imaginarse tanta chuchoca ! pero de lo que estoy seguro es de que sí la ves con alguien te servirá para una larga conversa y debate…¿eso puede contar como un bonus track?

Lo que no me agradó para nada de esta película fue la escueta aparición de la Mona Lisa. Es cierto de que es un cuadro pequeño, pero en la publicidad inicial y principal a lo que más se le dio énfasis fue a la pintura de Leonardo; aparece unos segundos miserables. Con el protagonismo de una película que decepcionó a medio mundo, el rostro más misterioso de la historia ganó fama, pero también perdió un poco de encanto y el bajo perfil que merecía tener.

Dato freak: En una escena de acción sale un cartel de la obra “los Miserables” cuyo autor es Alexander Pope, el que fuera alguna vez miembro del supuesto Priorato de Sión, junto con otros personajes como Newton, Boticelli, o el que le deja la piedra filosofal a Harry Potter, Nicolas Flamel, además del Da Vinci entre otros nombres interesantes que alguna vez conformaron dicha sociedad secreta, la cual conserva el secreto “descomunalmente apoteósico e inconmensurablemente increíble ” que lleva la cinta a su clímax.

La conclusión que nos deja la idea desarrollada por Brown es de que no importa si Jesús fue el real hijo de Dios, sí fue sagrado o no, si tuvo hijos con una prostituta a la que ayudó a surgir; lo más importante que debiera hacer un supuesto descendiente de ellos es el cómo toman tal papel, todo depende en creer o no, en hacer de lo que sea que traiga consigo para el bien de la humanidad, su utilización depende de ellos.

Con lo que respecta a la película, emh…bueno, qué se puede decir de una que fue destronada a la semana siguiente por unos Hombres X, que terminaron con una tercera parte más encima…ah ¿y es una adaptación también? De todas maneras debo decir que hubo un intento de hacer algo realmente bueno, pero qué pena que haya sido objeto de tanta caca ya que queda clarísimo que no es el estreno del año. Moulin Rouge sufrió algo parecido en su época y miren donde se encuentra ésa ahora…

2 veces he caído en el mismo error:

Hernán Rodríguez D. dijo...

Pensé que alguien opinaria alguna vez de esta película...aún espero al desdichado.

Anónimo dijo...

Hola primo!:
Espero que estí bien po cauro, sólo te postiaba para que sepas que estoy vivo y saber de tí, qué onda?. Ojála que leas este posteo mañana, para que salgamos a un lado a mirar caras diferentes por ahí....qué te parece?, me llamas apenas pongas tus ojos en estas escrituras. Esperando tu llamado o si no te llamo mañana, por útlimo vamos al cine, chau.