El dolor más grande es el que nace por nada, el vacío inmenso lo contiene todo, debemos mirar a la cara a la vida, enfrentarnos a nuestros pequeños grandes monstruos, quisiera arreglarlo todo, depender de todos y de nadie, para morir no necesito bañarme en un río de sangre, ni encenderme como un pájaro de fuego azul, negro y morado.

Entre la nada y el infinito existe algo, pero aún no se bien de que se trata... números, imágenes o palabras, ¿en que lugar se junta todo y nada? ¿En que lugar comienza el cielo y termina el mar? Mientras el palpitar del tiempo desgaste las horas, los días, los años, los siglos, me pregunto ¿alguien habrá sentido el momento en el que dejamos el presente y entramos al futuro? o mejor dicho el momento en el que el futuro es el presente y el presente es el pasado, ¿cuál es ese momento exacto? me gustaría poder sentirlo Si solo una voz me hablara ahora, ahora que todo es tan confuso no rimarían las palabras, que pienso, hablo y respiro.

Tu voz no es un sonido, son imágenes que recuerdo del
olvido, acaba de cambiar un poco mi vida, pero no sé si para
mal o para bien, Aún recuerdo la brisa de las estrellas, y la primera vez que sentí el frío de tus manos, ver caer por tus mejillas esas lágrimas, es lo que más me ha dolido en la vida, una culpa con la que no sé como cargar, por amarte tanto te he dañado, por pretender vivir en una maldita soledad, por no dominar mis demonios, te amo más que ha nada en este mundo y es tan difícil entender ese amor, que no sé como te lo puedo expresar. Eres mi sangre, mi todo. Se me nubla el pensamiento de solo recordar. Para encontrar la paz hay que enfrentar la vida. Moriré pidiendo perdón, Viviré cargando esta cruz...siempre los años entre nosotros, los años, siempre el amor, siempre... Las Horas...

de Virginia Woolf